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La "supermadre" y superconservadora Palin es la candidata del pueblo

  • Sarah Palin tiene que optar entre ser ella misma o pretender ser lo que no es
  • Las entrevistas con Palin han mostrado sus carencias en política exterior y economía
  • La gobernadora de Alaska, de 44 años, encarna el ideario republicano ultraconservador
  • Cristiana protestante, madre de cinco hijos, llega al elector con el lenguaje de la calle
  • También pertenece a la Asociación del Rifle y hasta el año pasado no tenía pasaporte
  • Sin experiencia en Washington, sería la primera presidenta de EE.UU. si McCain muere
  • Toda la información sobre la carrera a la Casa Blanca, en el especial de RTVE.es

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Sarah Palin tiene encanto y realiza perfectamente el papel de ariete contra Obama. Le bastó una hora de entrevista para que McCain se decidiera por ella como candidata a la vicepresidencia. Sus valores son perfectamente conservadores. Pata negra para compensar la imagen de disidente de McCain. Su condición de mujer es una buena baza para atraer el voto femenino desencantado por la derrota de Hillary Clinton en las primarias demócratas.

Y sobre todo, es joven. Palin tiene 44 años. Un buen contrapunto para los 72 de McCain. Si ganan las elecciones, Palin es una opción real para suceder a su jefe. El senador ha sufrido cáncer de piel y sería el presidente más anciano de Estados Unidos en su primer mandato. Como señalan sus críticos, Palin está a 72 años y un latido de convertirse en la presidenta.

Palin es mediática. Directa y emocional combina la política con la maternidad y el lenguaje de la calle. Se define a sí misma como una supermadre, una hockey-mom. Incluso bromea con ello: "¿Sabéis cual es la diferencia entre un perro de presa y una supermamá? El lápiz de labios". Tiene cinco hijos. Se presentó a la convención con el menor, Trig, en brazos. Se negó a abortar, a pesar de saber que Trig nacería con el síndrome de Down. El mayor, Track, acaba de irse a combatir en Irak.

Protestante, su rechazo al aborto y su defensa de la familia encajan perfectamente con el voto de los fundamentalistas cristianos: 80 millones que fueron decisivos en la victoria de Bush. Pertenece a la muy conservadora Asociación Nacional del Rifle. Aboga por recortar el gasto público y bajar los impuestos, aunque se los ha subido a las compañías petroleras de Alaska y ha repartido los beneficios entre los ciudadanos.

Falta de experiencia

El efecto Palin no ha durado ni un mes. Tras la convención republicana, su estreno impulsó a McCain por delante de Obama en las encuestas. Pero la crisis financiera se ha llevado por delante sus virtudes y ha amplificado sus carencias. Carece de experiencia en política exterior y finanzas internacionales. Apenas lleva dos años de gobernadora en Alaska. La primera mujer en el cargo. La más joven. El resto de su carrera se ha desarrollado en el ayuntamiento de Wasilla, un suburbio de la capital de Alaska. Se sacó el pasaporte el año pasado.

Para compensar ese corto recorrido, el partido republicano ha puesto a su disposición un equipo de asesores curtidos en la administración Bush y le ha organizado entrevistas con expertos económicos, líderes internacionales y maestros de la diplomacia como Henry Kissinger.

Demasiada materia para digerir en muy pocas semanas. En la entrevista que mantuvo con Charles Gibson, de la cadena ABC, Palin apostó por el ingreso de Ucrania y Georgia en la OTAN y se despachó apostando por la guerra con Rusia si atacaba a los nuevos aliados. Peor le fue en la entrevista con Katie Couric, de la CBS. Su posición ante el plan de rescate de Wall Street fue una mezcolanza inconexa de ideas mal digeridas.

La reacción ha sido fulminante. Ideólogos conservadores como Kathleen Parker, de National Review, ha llegado a pedir la dimisión de Palin por el bien de McCain. Los programas de humor, como Saturday Night Life, que pueden decantar hasta 10% de los votos, hacen su agosto parodiando a la candidata.

Debate consigo misma

Palin ha tenido que elegir entre ser ella misma y sacar partido de sus ventajas o mantener la impostura de sus primeras entrevistas. La caída en las encuestas durante el mes de septiembre ha terciado el problema y la republicana ha optado por la naturalidad en el debate vicepresidencial . Palin no ha cometido ningún error garrafal y su desconocimiento no ha quedado en evidencia.

El precio que ha tenido que pagar es dejar al demócrata la imagen más presidenciable. A cambio, ha conseguido que McCain continúe en la carrera a la Casa Blanca. Y en última instancia, el cara a cara ha sido prácticamente irrelevante en los sondeos. Aunque todos recuerden como guiñó el ojo a la cámara.

Y todos recordarán también que el comité legislativo de Alaska ha determinado que Palin abusó de su poder para despedir a su ex cuñado, el agente Mike Wooten, después de que éste se divorciara de la hermana de la gobernadora tras un disputado proceso judicial.

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